A menudo las dolencias se convierten en problemas persistentes difíciles de tratar con métodos convencionales. Las ondas de choque ofrecen una alternativa eficaz y no invasiva para acelerar la recuperación y reducir el dolor sin necesidad de cirugía ni largos periodos de reposo.
¿Qué es la terapia con ondas de choque?
Es una terapia que utiliza ondas acústicas de alta energía para estimular la reparación de tejidos. Estas ondas penetran en la piel y generan una respuesta biológica que activa la regeneración celular, reduce la inflamación y promueve la circulación sanguínea. Se ha utilizado con éxito en lesiones musculoesqueléticas para tratar problemas crónicos que no responden a tratamientos tradicionales como el reposo, analgésicos o fisioterapia.
¿Cómo es el proceso del tratamiento?
1.- Evaluación clínica: El especialista realiza un diagnóstico para confirmar que las ondas de choque son adecuadas para el paciente.
2.- Aplicación de las ondas: Se utiliza un dispositivo especializado, donde se dirige las ondas hacia la zona afectada. Cada sesión dura entre 15 y 20 minutos.
3.- Frecuencia de sesiones: se recomiendan entre 3 y 5 sesiones, con un intervalo de una semana entre cada una.
Qué patologías puede tratar la terapia de ondas de choque?
Este tratamiento es especialmente eficaz para una serie de dolencias comunes que afectan músculos, tendones y ligamentos. Tales como:
Fascitis plantar
No invasivo y sin cirugía
Esta es una terapia completamente externa, evitando procedimientos quirúrgicos o anestesia.
Minimiza los riesgos y reduce los tiempos de recuperación.
Alivio rápido y duradero
Los pacientes suelen experimentar mejorías después de 3 a 5 sesiones, con un alivio progresivo del dolor y mayor movilidad.
Estimula la regeneración de los tejidos
Aumenta la producción de colágeno y la circulación sanguínea, lo que facilita la recuperación del tejido dañado.
No produce efectos secundarios significativos
Es una terapia segura, con mínimos riesgos de complicaciones si es aplicada por personal capacitado.
Testimonio de paciente
"Sufrí de fascitis plantar durante meses, y tras probar varios tratamientos sin éxito, opté por las ondas de choque. En pocas sesiones, el dolor desapareció casi por completo, y pude volver a caminar sin molestias. ¡Ojalá lo hubiera intentado antes!"
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